Consejos para regar el césped
Mantén tu césped verde y frondoso en verano con estos consejos. ¿Te has preguntado alguna vez con qué frecuencia debes regar el césped? ¿Y qué hay que tener en cuenta? Sobre todo en verano, es importante regar bien el césped para mantenerlo sano y verde. Al mismo tiempo, el agua es un bien preciado que debe utilizarse con prudencia, sobre todo durante los largos periodos de sequía. Conviene respetar estas cinco reglas:
1. El ritmo de riego adecuado
Regar el césped unos minutos al día, ¿es suficiente? No. Hay que regar a fondo una o dos veces por semana hasta que se formen pequeños charcos de agua. Es la única manera de proteger eficazmente el césped contra la sequía. Como regla general, recomendamos regar cada cuatro días con temperaturas superiores a 30 grados, cada cinco a siete días con temperaturas entre 25 y 30 grados y cada siete a diez días con temperaturas entre 20 y 25 grados.
2. La cantidad ideal de agua
Si el césped no recibe suficiente agua, ésta permanece en la superficie y no llega a las raíces. Esto provoca que las raíces se asienten en la superficie, haciendo que el césped sea más susceptible a la sequía y a las enfermedades. También puede formarse fieltro de césped, que absorbe el agua adicional y la elimina del suelo. Lo ideal es utilizar entre 15 y 20 litros de agua por metro cuadrado de césped.
3. Utilizar agua de lluvia
El agua de lluvia es perfecta para el césped y las plantas. Es más blanda que el agua del grifo y no contiene sustancias añadidas como cloro o flúor, que pueden dañar algunas plantas. El agua puede recogerse en un depósito de lluvia o en depósito exterior y utilizarse después para regar. Esto no sólo es bueno para las plantas y el medio ambiente, sino también para Ahorrar y durante largos periodos de sequía.
4. El momento perfecto
Cuando el césped empiece a ponerse ligeramente gris y las hojas parezcan mustias, habrá llegado el momento de regar. Lo mejor es regar el césped a primera hora de la mañana o a última de la tarde. No riegues con el calor del mediodía, ya que la mayor parte del agua se evapora antes de llegar al suelo.
5. Conoce el suelo
El agua se evapora más rápidamente en los suelos arenosos, por lo que hay que regar con más frecuencia que en los arcillosos. Comprueba regularmente el grado de sequedad del suelo. Una prueba sencilla para saber si su césped necesita agua: Camine por el césped. Si las briznas de hierba no se levantan inmediatamente, es hora de regar. Un césped bien regado se mantiene resistente y las briznas vuelven a enderezarse rápidamente.